..::**M&M**::..Decisiones: (IV) Castillos de Arena (UA Decisiones)

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FANFIC: Decisiciones (UA basado en Moonlight TV Serie)
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TÍTULO IV: CASTILLOS DE ARENA
AUTORES: Mrs. Hudson & Maky (en colaboración)
GÉNERO: (Mick/Beth) Basado en Moonlight.
CATEGORÍA: No menores de 18 años (Contiene relatos de violencia implícita, agradecemos tomar la previsiones del caso y si Usted se considera sensible ante éste tipo de situaciones, recomendamos tomar en cuenta la presente recomendación).
CLASIFICACIÓN: Desarrollada en el Universo Alterno de la historia “Decisiones”. Drama, policial (con un poco de WAFF-ANGST).
PERSONAJES: Mick/Beth (OTP One-True-Pairing). Mick/Beth/Josef (un poco de OOC Out-Of-Character) y algunos OMC (Original Male Characters) y OFC (Original Female Characters).
ADVERTENCIA/SPOILER: Se desarrolla en el futuro, después de "Sonata".

DISCLAIMER:

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Esta historia está basada en situaciones, argumentos y personajes creados originalmente por Trevor Munson y Ron Koslow.
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Warner Bros. Television y Silver Pictures Co. son los propietarios de los Derechos sobre la serie de televisión Moonlight. No es nuestra intención vulnerar derechos de autor o de propiedad sobre ellos.
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No obstante, todo el contenido que se presenta a partir del presente momento es propiedad intelectual inequívoca de sus autoras, quienes poseen todos los derechos sobre las mismas y su obra se encuentra protegida por los derechos de Propiedad Intelectual vigentes.
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NOTAS DE LAS AUTORAS - ACLARATORIAS PARA LA LECTURA:

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Castillos de Arena es un fanfic desarrollado en un Universo Alternativo creado a traves de la historia DECISIONES (recomendamos leer los Títulos I: "Decisiones", II: "Navidad en New York" y III: "Caminos Cruzados", antes de la lectura del presente Fanfic ya que de no hacerlo podrían NO ser comprendidas -en su totalidad- las situaciones que se desarrollan). Su lectura se ha subdividido en 4 partes que se presentan a su consideración.
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La historia es narrada en tercera persona, pero haciendo uso de las narraciones en 1era persona (siguiendo el espíritu de la serie en la cual está basada). El narrador en 1era persona corresponde al personaje de Beth Turner y para la mejor comprensión hemos optado por presentar estas narraciones (equivalentes a los pensamientos internos del personaje) de la siguiente manera:

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Letras en color Rosa: Pensamientos de Beth Turner (o si se tratara de la TV, esto sería su VO)
Letras en color Amarillo: Notas hechas por las autoras y que son de interés para ser tomadas en cuenta por el lector y que influyen directamente sobre el desarrollo de la trama.

RESUMEN:

El recordar debe tener un objetivo: comprensión sobre el presente y aprendizaje para el futuro

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CASTILLOS DE ARENA
Parte I: EL RECUENTO DE LOS DAÑOS…
Por: Mrs. Hudson & Maky
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Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarse a que te devore desde el interior.

(Frida Kahlo)

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Ocurre 6 meses después de Caminos Cruzados.

(Beth) La brisa suave y los coloridos paraguas sobre las mesas de bambú daban un toque pintoresco al restaurante situado sobre el muelle, junto a la playa. Desde lejos pude respirar el delicioso olor de la sazón... Era un maravilloso domingo de sol… o tal vez era que en esos días cualquier ambiente diferente al de mi propio apartamento me parecía la cosa más increíble del mundo… y a pesar de eso… estar allí, en esa playa, sólo me llenaba de recuerdos…
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Algunas personas suelen creer que el tiempo puede borrar las heridas… pero no estoy del todo de acuerdo… sé que algunas de ellas pueden llegar a curarse, pero siempre quedan las marcas… esas cicatrices perduran a pesar del tiempo y está en nosotros la posibilidad de superar de alguna forma el dolor, permitiéndonos sanar para proteger nuestra cordura. Si logramos sobrevivir a las penas es posible que las heridas se cierren y el dolor termine por atenuarse, pero de seguro, algunas huellas nunca desaparecerán…

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También sé que existe otro tipo de personas, están aquellos que nunca dejan ir su sufrimiento… porque responden al dolor con violencia… y sacian sus angustias infringiendo más daño que el que han recibido … en esos casos, el padecimiento que pudo haber sido temporal termina causando un daño permanente…

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Digan lo que digan todos los demás yo prefiero continuar adelante a pesar de llevar en mi interior profundas cicatrices… y no me siento mal por ello… he llegado a comprender que las almas más fuertes no están exentas de cometer errores, sentir miedo o experimentar dolor… por el contrario… se ven obligados a pasar a través de ellos para superar sus propias crisis… viviendo en períodos de luz y sombra…

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… Han pasado 6 meses y 17 días desde el retorno de Beth y Elliot a L.A.

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-¡Hola!- Saludó Beth apenas caminó por las escaleras de acceso al restaurante donde la esperaba Benjamín Talbot.

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-¡Hola!- Correspondió Ben aproximándose hasta ella para ayudarla a trasladarse hasta su mesa – Me alegra que vinieran… ¿Me permites?- Le sonrió mientras retiraba de las manos de ella el bolso con las cosas del bebé, y colocándolo luego en una de las sillas libre en torno a la mesa- Espero que te guste éste lugar…. lo escogí pensando en ustedes…-

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-¡Es magnífico Ben!… Elliot está tan encantado como yo… pienso que de no haberlo traído en su coche hubiese echado a correr hasta la playa… - Señaló Beth mientras sacaba al niño de su cochecito.

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-…Es inquieto, ¿no?...- Pregunto Ben al tiempo que hizo un gesto a uno de los camareros para que les trajera uno de los asientos especiales para niños.

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-Todos los son…creo… - Sonrió ella - Pero es un niño muy bueno… sólo que nunca había visto la playa…- Le apretó la nariz a su pequeño mientras le daba un guiño a Ben – Pero ahora que hemos vuelto… posiblemente podremos venir de nuevo en cualquier momento…- Suspiró con un gesto lleno de nostalgia en sus ojos.

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-Beth… quería preguntarte… ¿cómo te has sentido en éstos últimos 6 meses…quiero decir… desde tu regreso a la ciudad? – Pidió Ben ayudando ahora a Beth a tomar asiento.

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-Bueno… ya sabes…no voy a mentirte… no ha sido del todo fácil… pero tenemos que hacerlo… ¿no?... – Beth se acomodó con su hijo en las piernas mientras esperaba que les acercaran el asiento para Elliot –… No sé como agradecerte esto Ben…ha sido tan lindo de tu parte… ya sabes: Invitarnos a almorzar…escoger éste restaurante…-

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-No hay problema… me alegra que te guste… y aunque no tengo hijos… debes saber que tengo sobrinos y por experiencia aprendí que es muy difícil mantenerlos quietos cuando son así de pequeños…- Señaló a Elliot quien conservaba una amplia sonrisa en el rostro –… bueno… y los sitios abiertos e informales son más apropiados para ellos… ¿no?-

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-Es cierto… son tan ruidosamente adorables…- Completó Beth mientras Elliot hacia un movimiento rápido y tomaba la servilleta sobre la mesa – ¡No Elliot!… -Advirtió Beth al niño que se resistía a entregarle de vuelta el pañuelo - ¡Dame eso!... ¡Devuélvelo a mamá!- Le exigió ella en un tono suave pero firme al tiempo que le mostraba la palma de la mano, a lo cual Elliot respondió, al principio, sólo con una sonrisa que derretía corazones, para luego, y en señal de derrota, colocar la servilleta de vuelta a las manos de su madre- ¡Gracias!- Susurró Beth dirigiéndose al niño y enseguida volvió la mirada a Ben quien los observaba con un gesto divertido - Son imposibles de controlar… a veces siento que su energía se multiplica con el esfuerzo en vez de disminuir – Como hablaba Beth sacaba de su bolso un carrito de juguete y lo entregaba al niño que comenzó a hacer sonidos similares a un motor cuando acelera– …Sí Elliot éste es un carrito…“ca-rri-to”… ¡ruuuun!-¡ruuun!…”ca-rri-to”-

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-¡¡¡Duuumm…duuumm…duuumm!!!…- Repitió Elliot alargando sus pequeñas manos para tomar el juguete.

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-…¡Los niños!…- Ben no podía hacer nada por esconder la mirada dulce que le provocaba la presencia del pequeño niño de cabellos dorados y elocuente mirada.

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-¡Dios Ben!… ¡te ves tan adorable!…- Comentó Beth conmovida con la expresión en los ojos de su acompañante.

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-¿En serio?…Gracias….- Se sorprendió con la observación – Y eso… ¿por qué?-

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-Bueno… es… es que no parecías del tipo que le gustan los niños, pero pienso que estaba un poco equivocada…-

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-¡¡¡Aaaah!!!…Ok…- Sonrió- …¿Nunca habías escuchado decir que las apariencias engañan?…- Se empujó adelante apoyando un codo sobre la mesa para darle un guiño.

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-Supongo que si…. las apariencias pueden engañar…-

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-…Y bueno… también creo que… simplemente, los niños tienen el talento para embaucarte…- Bromeó –… y por cierto… déjame decirte más… siempre me he planteado que si tengo la oportunidad de formar mi propio hogar… me gustaría tener muchos hijos… -

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-Eso es tan lindo…- Respondió Beth

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-¿De verdad? –

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-Por supuesto Ben…- Le sonrió Beth-… Gracias…-

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-¿Por qué?-

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-Por tu compañía… es que… - Suspiró con sus ojos fijos en la tabla de la mesa que los separaba- …Yo realmente necesito éste tipo de conversación… de vez en cuando… quiero decir… que en realidad es muy reconfortante… - Lo miró ahora con una leve sonrisa, tan dulce y a la vez llena de la honestidad que podía leerse en sus ojos azules - … Yo también tengo que hacerte una confesión… tenía algo de tiempo que no salía a ninguna parte… en realidad mucho… mucho tiempo…–

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Mientras seguía la conversación, el camarero llegó con la silla especial para niños y la acomodó a un lado del asiento de Beth.

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-Gracias – dijeron al unísono Ben y Beth al tiempo que ella se ponía en pie para sentar en la sillita a su hijo.

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-… Lo sé… te he observado Beth… ya llevas un poco más de 6 meses en la ciudad y lo único que he notado es que mi investigadora estrella está escondida en su bunker… día y noche… - Se levantó a su vez para ayudarla a acomodar a Elliot- …me he llegado a preguntar si estás segura de querer permanecer en ésta ciudad… -Se volvió a sentar una vez que se aseguró que Elliot estaba bien sujeto de la pequeña silla– Quiero decir… tu trabajo conmigo, en la oficina Fiscal, ha sido muy valioso… no tengo ninguna queja al respecto… pero… - Ben se detuvo para mirar en un breve silencio a Beth quien parecía haberse alejado a kilómetros de distancia a través de sus pensamientos-… ¡Beth!…-

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-Disculpa Ben… ¿decías?- Se recompuso dándole una fugaz mirada a su acompañante para luego tomar nuevamente atención de su hijo que estaba mostrando inquieto en su asiento y había lanzado el juguete al suelo - ¡No hagas eso!... los niños que lanzan sus juguetes no son niños buenos…- Le reprochó a Elliot quien volvió a desarmarla dándole una media sonrisa acompañada de un leve arqueo en una de sus pequeñas cejas, gesto que parecía como una marca de fábrica patentada en los genes heredados del ala paterna.

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-Maaaa - mmmá…- Balbuceó y luego extendió sus pequeñas manos para reclamar su juguete de vuelta - ¡¡¡Dum…dum…duuummmm!!!- repitió al tenerlo de regreso en sus manos.
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-… ¡Beth!…- se hizo escuchar Ben -… Sólo quiero que sepas que si en algún momento sientes que no quieres permanecer en ésta ciudad… mi colega… Vivian Lion ha dicho que la Fiscalía en NY apreciaría si consideras una oferta de trabajo permanente allí… -

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-¡No Ben!… ¡He vuelto para quedarme!…- Lo confrontó Beth con su mirada serena.

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-Pero acá… pero acá está él… está St. John… - Finalmente se atrevió a decirle - Estarás más cerca de él y no veo la manera de evitarlo por mucho tiempo… a eso me refiero cuando digo que estas en un bunker…-

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-¡No es así Ben!…- Beth dejó caer sus hombros con desánimo- No estoy... digamos… “aislada”… por Mick…es sólo que ésta ha sido la época más difícil de mi vida: Cambiar pañales, dar biberones, cuidarlo cuando está enfermo… No tener a alguien para preguntarle acerca de cómo hacer cada cosa… y eso sin contar que estoy sola y tengo que trabajar para mantenernos… y ¡no!… realmente no me quejo… Elliot es lo mejor que ha pasado en mi vida… pero ser una madre soltera no es fácil…-
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-Imagino… pero… de cualquier manera… esa fue tú elección…-

(Beth) ¿Mi elección?... ¡debes estar de broma!… si realmente supieras… yo iba feliz a compartir con Mick la noticia de nuestro embarazo hasta que su anti-vampirismo me hizo salir corriendo lejos de él.

-¿Qué dices Ben…?- Lo miró con desconcierto.

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-… Bueno… que pienso que fuiste tú misma quien eligió ser una madre soltera…-

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-¿Y por qué piensas eso?...- Lo frenó en mitad de su argumento.

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-Porque obviamente te fuiste sin decirle a Mick St. John acerca de… acerca de tu embarazo… - Tomó con descuido un sorbo de una cerveza que ordenó antes que Beth apareciera en el lugar – Pobre tipo…- Murmuró

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-¿A qué te refieres?… pensaba que no te agradaba…-

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-Y sigue sin agradarme… de un todo… quiero decir… pero siento algo de compasión por él…- Explicó sin mucha emoción en su voz- Cuando te fuiste a NY, el hombre pasaba horas enteras vagando por la Corte y el Departamento de Policías… sin razón aparente Beth… en el fondo sabía que estaba allí sólo porque quería pedirme información sobre ti… pero aún así me evitó… tú partida debió golpearlo como un rayo…-

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-Tuve mis razones Ben…-

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-Seguro…- Se enderezó en la silla y le dio una mirada de recelo– Y créeme que he intentado siempre entender tu punto de vista… - Murmuró – Recuerdo que me dijiste que ambos tenían algo de temor a tomar algunas “decisiones”… relacionadas con su futuro como pareja… por así decirlo…--¡Sí!… de alguna forma habían “cosas” que debíamos decidir juntos y con el tiempo sólo nos limitamos a evitar hablar de ello… -

(Beth)… y eso sin contar con el hecho que Mick prefería poner fin a su vida una vez que se agotara la cura antes de volver a ser un vampiro… ¡y claro!…dejándome a mi por fuera: Sin tomar en cuenta como me podía sentir al respecto…

-Me explicaste que por eso mantenían su relación en un perfil muy bajo… -
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-… Mick es bastante reservado en cuanto a su vida privada…- por no mencionar lo increíblemente retraído que es en el plano sentimental… además de sus “comprensibles” problemas de confianza y lo absolutamente irritante que puede resultar en cuanto al “pequeñísimo” asunto de sentirse como la versión moderna del “Monstruo del lago Ness” … o mejor dicho…el hijo adoptivo del “Chupacabras”… bueno… no es que yo piense que Mick es un monstruo… pero en lo que respecta a Coraline… ella clasifica tan bien en esa imagen de “Chupacabras”…

-…Recuerdo también que me aseguraste que cuando surgió lo del embarazo decidiste irte en vez de discutirlo con él…- Se volvió a acercar un poco a ella sin retirarle la mirada directa - … Beth… pero… creo que en éste punto debes reconocer que tu historia se vuelve poco convincente… St. John nunca me pareció del tipo que quería esconder su interés por ti… al contrario… podría hasta jurar que es del tipo posesivo y territorial… bueno… él parecía querer gritarle al mundo que tú le pertenecías… hasta me atrevería a decirte que él, solía actuar como el típico esposo celoso…-

(Beth)… ¿Mick del tipo posesivo?... no… no… no estamos hablando del mismo tipo… porque si es así ¿dónde rayos estaba yo metida que no me di cuenta que Mick era así de posesivo?... ok, ok… es cierto que a veces parecía incómodo delante de Josh… y luego llegó a hacerme un par de escenitas de celos con Ben … pero eso no es determinante… ¿creo?… él no parecía ser del tipo “territorial”… por el contrario, a juzgar por su sex-appeal y su perpetua frescura más bien era a mí a quien “otras” lograban sacarle ulceras estomacales más de lo que mis nervios aguantaban… y eso por decir lo menos…

-Bueno… - prosiguió Ben observando como Beth parecía evaluar concienzudamente cada una de sus palabras -… y con lo del caso del pequeño Jacob Fordham… creo que quedó bastante claro… por lo menos para mí… que sí que le gustan los niños…-
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-Bueno, Ben… quizás sólo fui yo la del problema… - Susurró a sabiendas que no podía darle a conocer los motivos reales que la obligaron a marcharse – Posiblemente fui yo quien necesitaba espacio y no Mick… o es sólo que no suelo actuar como lo haría el denominador común de las mujeres…-

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Mientras tanto, en otro lugar de la ciudad.

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Robert Lucio, junto a su hermana mayor Helen Johnson y su pequeño sobrino Paul, se dirigían tranquilamente a la residencia de los Johnson situada en una zona residencial cercana a Santa Mónica. Paul iba sonriente dando saltos de alegría y mostrando con orgullo su medalla del segundo lugar obtenida en la competencia de Karting.

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-Tío Bob… ¿Tú crees que papá ahora si estará orgulloso de mi? - Preguntó preocupado el chiquillo sin apartar los ojos del premio que colgaba en su pecho.

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-Yo lo estoy… Mamá lo está… - el joven dio una mirada triste por el espejo retrovisor a su sobrino e intentó ocultar su expresión con una sonrisa forzada - … ¿por qué Frank no habría de estarlo?... ¿no es así hermana? –

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-Sí… así es…- murmuró Helen mirando a través de la ventana.
Apenas se estacionaron en la acera frente a la casa, el niño salió corriendo pisando las flores y golpeando el bote de basura a su paso.
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-¡¡¡Papá… Papá… Hely… Hely… Paaaapá!!!- Iba gritando enérgicamente por todo el camino, para atraer la atención de su padre y su hermana – ¡¡¡Papá…Papá… Heeeelyyyy…. Heeelyyy!!!- Continuó llamando al tiempo que su madre y su tío se ocupaban de bajar del remolcador el pequeño bólido de carrera.
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-Ayúdame aquí Helen…- Señaló Robert a su hermana mientras desarticulaba una guaya que sujetaba el carrito de karting del remolque - …este niño va a ser un as del volante… me siento tan orgulloso de él…- Sonrió para su hermana.
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De improviso ambos escucharon el sonido de un grito desgarrador que provenía del interior de la casa.
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-¡Paul!- fueron las únicas palabras que alcanzó a decir Robert antes de emprender velozmente la carrera al interior de la casa, mientras que Helen lo seguía por detrás.
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Robert fue el primero en llegar al final de las escaleras. Ya en el piso superior avanzó lentamente hasta encontrarse con el pequeño niño de 7 años quien estaba parado firmemente frente a la habitación de su hermana mayor nombrada Helen al igual que su madre, pero a quien solían llamarle simplemente Hely, el rostro conmocionado del niño, no ofreció ninguna respuesta ante la llamada de atención de su tío quien comenzó a caminar en dirección a su sobrino.

Justo cuando Robert se situó al lado de Paul y enfrentó la vista a la habitación que permanecía con la puerta abierta, su rostro palideció por completo y su voz se redujo a un susurro – ¡Oh Dios mío!- y tomando en sus brazos a Paul cubrió los ojos del niño y dio unos pasos para enfrentar a su hermana quien aún se encontraba a mitad de la escalera– ¡No vayas ahí Helen!… ¡no vayas allí!… - Le bloqueó el paso– ¡Llama a emergencias!… - Comenzó a perder la compostura y sus manos temblaban frente a la mirada perdida que ahora le ofrecía a la joven madre quien demandaba mirar lo ocurrido en su casa– ¡Llámalos ya!… ¡hazlo por favor!…- finalmente las lágrimas en los ojos de ambos adultos se desataron sin cesar.

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Los animales salvajes nunca matan por matar. El hombre es el único para quien la tortura y la muerte del prójimo son divertidas en sí mismas.

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(James Anthony Froude)

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De regreso al restaurante en la costa…

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En la playa el sol había comenzado a descender con el ocaso, iluminando el cielo con matices que iban desde el naranja hasta el violeta intenso. Benjamín Talbot continuaba en compañía de Beth. El almuerzo había resultado agradable para ambos pero era evidente que era tiempo de poner fin a su reunión.
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- Esto ha ido mejor de lo que esperé- comentó Beth tomando el último trago de vino de su copa.
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- ¿Ah sí?-
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- Seguro… Elliot se ha tomado toda la sopa… sin protestar y sólo la mitad del plato fue a parar en su cara, el piso y mi vestido… suerte que estaba preparada – Mostró orgullosa un pañal de tela que reposaba sucio sobre la mesa y que minutos antes sirvió de escudo para proteger su falda.
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No habían terminado aún su conversación cuando fue interrumpida por una llamada entrante al celular de Ben quien descuidadamente dio un vistazo a la pantalla del móvil.
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-Lo siento Beth, tengo que tomar ésta…- Se excusó señalando el teléfono en su mano e inmediatamente hizo su paso fuera del local hasta encontrar un lugar donde poder hablar sin interferencia. Beth aprovechó la ausencia de Ben para recoger las cosas del bebé y prepararse para su regreso a casa.
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En cuanto Ben se acercó a ella de nuevo, la expresión de su cara no dejó la menor duda acerca de la gravedad de la llamada, la frente sudorosa y la respiración alterada eran signos evidentes que algo realmente malo estaba sucediendo.
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- Tengo que ir a la escena de un crimen…- Finalmente explicó a Beth permaneciendo de pie a unos pocos pasos de la mesa.
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-… ¿Y no quieres que vaya contigo?- preguntó ella en forma natural.
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- Pienso que esta vez no…- sacudió él su cabeza.
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-… ¿Y eso por qué?- Se alarmó en virtud de la reacción – Creo que te he demostrado que tengo estómago… ¿no es así?- Sonrió desafiante.
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- Escúchame Beth… acabo de hablar con la detective Novak, ella ésta con todo el equipo en el escenario del crimen y en verdad no creo que sea prudente que vayas allí…-
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- ¿Novak?- Lo miró inquisitivamente – ¿Otro crimen que involucra niños?... ¿es eso Ben?...- Exigió.
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- ¡Sí, Beth!… ésta es la sexta escena del crimen en sólo 2 semanas… ¡2 semanas Beth!...si no paramos esto a tiempo el FBI va a intervenir…-
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- ¿Cuántos Ben…?-
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- ¿Cuantos qué?…-
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-¿Cuántos homicidios hasta ahora?-
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- ¡17 personas Beth!… 8 adultos… 9 niños…-
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-¡¿9 niños Ben?!- Se escandalizó -…¿ y todos los crímenes tienen el mismo modus operandi…?-
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-Beth… ¡estás fuera de ésta investigación!… ¿me escuchaste?- Señaló con su dedo para enfatizar sus palabras.
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- ¡Éste es el caso de las muertes violentas!…- Esa fue una afirmación y no una pregunta de su parte – Está relacionado con el caso de los adultos que son drenados… ¿no es así?... esto quiere decir… ¿Qué en 2 semanas ya han sido drenados por lo menos 8 personas adultas… es eso Ben?… ¿todos ellos sin sangre en su cuerpo…?- Ahora lo interrogó ignorando las advertencias.
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-¡Estas fuera Beth!… ¡Fuera del caso!…-
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- ¡Respóndeme!…- Se puso de pie y alzó la voz de tal manera que todos los presentes voltearon a mirarla, por lo cual Beth simplemente dio un vistazo en vergüenza y volvió a tomar asiento antes de recomponer su voz – …por favor Ben… dime si los cuerpos de todos los adultos no tenían sangre… solo dímelo por favor… –
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- Beth… así fue en las escenas anteriores… ya eso lo sabías… ¿eh?... 7 adultos sin una gota de sangre en su cuerpo…-
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- ¿Y en ésta?-
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- …También…- respondió Ben en un profundo respiro.
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- ¿Y que hay con los niños?- Beth comenzó a mostrarse inquieta y a acercar instintivamente el coche de su hijo a su asiento - ¿Qué hay con los niños Ben?-
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-Todos ellos aparecen en sus camas… muertos por asfixia mecánica… con su propia almohada… el asesino los acomoda de tal forma que parecen como si estuvieran dormidos…- Se secó la frente húmeda con su pañuelo – Es un asesino serial… no tengo dudas… pero no tenemos ninguna otra pista hasta ahora…- le dio una mirada grave a Beth– Tienes que mantenerte al margen… sabes que no puedes trabajar en éstos casos… sabes que no puedes…- Así como le hablaba dirigía su mirada en dirección de Elliot y luego de regreso a Beth por lo cual ella finalmente consintió.
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Por unos minutos, ambos se miraron en silencio, cada uno de ellos haciendo su propio recuento de lo ocurrido, analizando las imágenes, ordenando las ideas. De seguido emprendieron su camino al estacionamiento. Cuando alcanzaron el lugar donde estaba el vehículo de Beth, Ben se ofreció a ayudarla a colocar a Elliot en el asiento para niños y al encontrarse todo en orden, Beth echó a andar el motor. Ben se retiró unos pasos esperando que Beth saliera de su vista, sin embargo ella se quedó observándolo sin mover el vehículo a ninguna parte y en su lugar bajó la ventanilla.
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- ¡Ben!…- Le hizo un gesto con la mano para que se acercara a ella
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-¡Sí Beth!…- Se aproximó de nuevo.
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- Tienes que hacer que Mick trabaje en éste caso… eso… si no quieres que el FBI tome el control de la situación… creo que él es el único capaz de ayudarte… tienes que llamarlo ahora mismo Ben… se agota el tiempo…-
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- ¿St. John?… - Le dio una mirada de incredulidad – ¿Realmente crees que St. John pueda encontrar algo que nosotros no hemos logrado descubrir hasta ahora?-
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-¿Quién ha sido el forense… Guillermo Gassol… Terrence?- Preguntó Beth ignorando de nuevo las palabras de Talbot.
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- ¿A dónde intentas llegar Beth?- Volteó irritado a mirar en dirección opuesta a donde se encontraba ella.- El forense Ben…- Repitió.
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- El médico forense es un chico nuevo… Vincent Balley… ¿creo?… lo hemos traído provisionalmente de un condado vecino…- Volvió su vista nuevamente a Beth al tiempo que colocaba sus manos en los bolsillos del pantalón –
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- ¿Y qué pasó con Guillermo y Terrence?-
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-… Están cumpliendo con un llamado de emergencia en San Diego, son nuestros patólogos más experimentados… tienen aproximadamente unas 2 semanas y media fuera…- Respondió él con indiferencia y dirigiendo su mirada por encima del techo del vehículo- De cualquier forma… no importa quién es el forense… las autopsias y sus conclusiones son contundentes… -

(Beth) ¡Claro que es importante!… si Guillermo o Terrence estuvieran aquí podría saber si el crimen es cometido por un humano o un vampiro… de cualquier manera… con ellos fuera… sólo queda Mick para averiguarlo… él tiene que hacerse cargo… tengo que llegar a él… ¡y pronto!...

- Ben… tienes que poner a Mick en el caso… ¡confía en mi…!- Suplicó.
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-¿Y para qué quiero a St. John volviendo un infierno el Departamento de Policías?-
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- El no hará del Departamento de Policías un Infierno Ben… Lo conoces… - “diciendo esto no ayudo mucho para convencer a Ben”- …quiero decir…sabes que puede ayudar… hay niños de por medio…- Se dio la vuelta para dar un breve vistazo a su hijo en el asiento trasero del vehículo- …Lo quieres trabajando con nosotros porque necesitas resolver el caso… y éste asesino no va a detenerse por sí mismo… tienes que incluir a Mick y tiene que ser ahora mismo…- Le demandó con urgencia en su voz- … ¡Mick puede hacerlo!… ¡Mick puede ayudar a detener todo esto!… llámalo ahora… por favor…evita que mueran más personas inocentes…-

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Cuántas muertes más serán necesarias para darnos cuenta de que ya han sido demasiadas.
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(Bob Marley)

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(Fin de la Parte I: El recuento de los daños)

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CASTILLOS DE ARENA
Parte II: PRISIONEROS DEL MIEDO…
Por: Mrs. Hudson & Maky

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El hombre sano no tortura a otros, por lo general es el torturador el que se convierte en torturado.
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(Karl Gustav Jung)

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El sitio del homicidio era un escenario dantesco, los crímenes, en general, son el más crudo ejemplo de la descomposición social y de la decadencia de una raza, pero aquellos que involucran a niños, a mujeres y a personas débiles o indefensas, siempre son más censurables ante los ojos de cualquier espectador.

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En la casa de los Johnson, se notaba un extraño contraste: Por una parte la violencia con la cual fue arrancada la vida del padre, Frank Johnson, y por otro lado, había una especie de muerte compasiva… la de Hely… la lúgubre condición en la que estaba dispuesto el cuerpo sin vida hacía parecer que la niña sólo dormía en su propia cama...
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- ¿Qué tenemos?- Interrogó Ben a la detective Novak una vez que llegó a la escena criminal.
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- No mucho… hasta ahora… los equipos aún están revisando la escena…- Apuntó la detective mientras caminaban al interior de la casa-… Davis y Murphy están interrogando a los testigos… pero no tenemos aún nada Talbot… creo que necesitaremos algún truco de magia para encontrar las pistas…-

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- Tenemos que esperar al informe del forense…- Ben no pudo terminar de ingresar al escenario principal cuando tuvo que retroceder unos pasos atrás, los cuerpos de las víctimas aún estaban siendo fotografiados. El cadáver desnudo de Frank Johnson colgaba del techo de la habitación de Hely; se hallaba sujeto por una cuerda que ataba a ambos pies, había sido torturado hasta morir y su sangre decantada a través de sus muñecas, los párpados habían sido pegados para mantener los ojos abiertos y no había evidencia alguna de a dónde podría haber ido a parar la sangre – ¡Eso es horrible!…- Murmuró Ben al tiempo que cubría la boca para evitar vomitar –
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- Todos los cuerpos han sido hallados en similares condiciones…- Informó Novak con un gesto comprensivo hacia el joven fiscal.

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- ¿Señales de robo, violencia sexual… alguna otra cosa?-
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- Solamente se llevan cosas de poco valor… no hay evidencias de entrada forzada y tampoco pareciera que matan para robar a juzgar por el tipo de cosas que toman… la sangre pudiera ser el trofeo… - Indicó Novak mientras daba un vistazo a su libreta de notas- … no hay evidencia que hagan pensar que los ataques sean del tipo sexual-
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-Creo que hay algo que estamos pasando por alto…-

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(Beth)…Por suerte pude encontrar a alguien para que cuide de Elliot ésta noche, realmente necesito hacer algunas investigaciones sobre éste caso… ya sé… Ben quiere que esté fuera… y en teoría lo haré… pero a decir verdad, ya no puedo sentirme indiferente ante la muerte del hijo de alguien…. Siento que nunca antes comprendí y extrañé tanto a mi madre como hasta ahora cuando me uní al club… Tener hijos es una gran responsabilidad… No se trata sólo de llevarlos nueve meses y dar a luz… todo lo difícil está en su crianza y en lo que pueden aprender a partir de ti mismo… ojalá y existieran las escuelas para padres y a los bebés los equiparan con algún tipo de manual…

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Beth ingresó a su oficina pasadas las 7 hrs de la noche para realizar una búsqueda exhaustiva sobre las evidencias que reposaban en los archivos abiertos de los casos ocurridos en las últimas 2 semanas. Las fotografías se repetían una y otra vez, sólo cambiando la identidad de las víctimas. Lo que más la trastornaba era el hecho de tener que mirar las fotos de los niños, ¿quién podría ser tan cruel para terminar con la vida de un inocente?...

- ¿Qué haces aquí Beth?- La interrogó Ben apenas asomándose a la puerta de su oficina – ¿Creí haberte dicho que estabas fuera de éste caso?- La confrontó al tomar vista de los archivos que reposaban sobre el escritorio de ella.

- Lo siento Ben…-

- A ver… ¿qué has encontrado?- Dio unos pasos para acercarse al escritorio ya que sentía que era imposible intentar mantener a Beth lejos de la investigación.

- Según los informes de la autopsia… la segunda escena criminal es realmente el lugar donde se cometieron los primeros homicidios…- Comenzó a explicar Beth – Y en ésta escena hay algo que no encaja muy bien…- le mostró las fotos…- El responsable de los crímenes asesina a adultos y niños… en el mismo lugar… pero en ésta escena sólo hay dos adultos: Un hombre y una mujer…- se inclinó sobre una caja de archivos que reposaba en el suelo - …y hay algo más Ben…- susurró al momento que sacaba una foto – …En esa casa había una habitación que parecía ser ocupada por una niña…-

- Pero sólo hay 2 cuerpos de adultos… ninguna niña…-

- Así es…- asintió ella – Lo que puede llevarnos a pensar que la niña escapó… o tal vez pudo llevarse a la niña para ejecutarla en otra parte… o quizás ella fue el trofeo…-

- Pero no hay reporte de familiares de esas víctimas, ni personas desaparecidas…-

- De cualquier manera…- Lo miró a los ojos – tenemos que mucho en que pensar... ¿por qué cambió el patrón sólo a partir de su primer crimen?…-

- Creo que tendremos que pedir ayuda al FBI…- murmuró derrotado.

- O tal vez si llamas a Mick…- Sugirió- Sólo dale una oportunidad… quizás él ayude… dale 24 horas… sino, llama al FBI…-

-24 horas…- asintió Ben.

-24 horas… y trae a Guillermo Gassol de inmediato…- suplicó Beth.

-Ocúpate de llamar a Gassol… yo me encargo de St. John…-

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Pasaban pocos minutos sobre las 10 hrs. de la noche cuando Benjamín Talbot hizo la llamada para convocar a Mick St. John en la escena del último de los crímenes. Por las experiencias anteriores, a Talbot no le resultaba extraño que a Mick no le importara trabajar en la noche, más bien, había notado en el detective privado cierta inclinación al trabajo nocturno. A pesar de su mutua antipatía ambos habían aprendido a trabajar en colaboración, de una manera u otra, ciertos casos se resolvían eficientemente sólo cuando St. John era parte activa de la investigación y éste era un hecho que Ben estaba empezando a aceptar. Media hora después de haber hablado por teléfono ambos hombres se reunieron con la detective Novak y el Teniente Carl Davis en la residencia de los Johnson.

- ¿Ésta es la 6 escena? – interrogó Mick inmediatamente que se reunión con Ben y los oficiales.

- ¡Sí!…- confirmó Novak quien lucía visiblemente cansada -Las 5 restantes están en un radio de 7 Kms. A partir de aquí- Completó haciendo gestos con sus manos.

- Necesito entrar para catear en el sitio- Señaló la puerta al tiempo que Ben le entregaba las llaves de acceso – También quiero ver los informes forenses, los archivos del caso, las fotos, las entrevistas… todo lo que tengan hasta ahora…- Se movió para cruzar las cintas amarillas de restricción y romper el precinto en la puerta principal de la residencia de los Johnson - ¿Qué han notado hasta ahora?- Mick se dirigió ahora a Talbot.
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- Hemos establecido que la segunda escena identificada ha sido en realidad el lugar donde se cometió el primer crimen- Caminaron adentro Davis, Talbot, Novak y Mick – Los perfilistas creen que todo apunta a que estamos frente a un par de asesinos que trabajan como “socios”... o tal vez exista un sólo asesino, pero con rasgos psicóticos de personalidad múltiple-
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– Asesinos seriales St. John… hablamos de 17 víctimas conocidas en menos de 12 días…- Murmuró Carl Davis con indignación.

Para Mick, los asesinatos en sí ya eran un hecho despreciable, si bien no se consideraba a sí mismo como un héroe, seguía de un modo estricto sus propias reglas: No admite que sean cazados los niños, ni las mujeres, ni los inocentes…

Tomando la mayor atención posible en cada detalle dio un paseo lento por todo el lugar. Al entrar a la habitación de Hely cerró los ojos por unos instantes para intentar concentrarse en las pistas que aún permanecían allí: Pudo ver el miedo en las víctimas y la figura sombría de una pareja de victimarios. Su frente se surcó visiblemente cuando llegaron a su memoria las imágenes de la tortura del hombre. Pero más allá de todo eso, encontró en el ambiente de aquella habitación un dolor más antiguo… había una permanente presencia de lágrimas, angustia y sufrimiento que provenían de la niña asesinada.
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A pesar de haber recibido el detalle de la investigación por el relato previo que Ben le ofreció al contactarlo, aquella inquietante visión parecía no encajar en el contexto, por lo cual Mick, instintivamente, se acercó a la cama donde fue encontrada la pequeña Hely para intentar esclarecer las sensaciones que estaba recogiendo. Se colocó de rodillas y nuevamente cerró los ojos y tomó una profunda respiración: Y allí estaba, el pasado reciente y el pasado remoto de la pequeña… En un arrebató, el detective alargó su brazo por debajo del colchón y logró revelar un conjunto de pijama y una prenda íntima, todos ellos envueltos desordenadamente y ocultos en vergüenza, habían rastrojos de sangre… sin duda para Mick esto pertenecía a Hely.
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- ¡El padre abusaba de ella!- Sentenció Mick con una dura expresión en el rostro, en tanto entregaba su hallazgo a la detective Novak.
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- ¿Y por qué eso no lo encontró nuestro equipo?- Cuestionó de inmediato Ben.
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- Porque no tenían razones para buscarlo… les parecía suficiente con levantar el cadáver de la niña, fue fácil determinar cómo la habían asesinado…- Respondió Mick acercándose a la repisa de Juguetes cerca de la cama – Tus perfilistas están en lo correcto...2 personas cometen los asesinatos: Uno de ellos es el cerebro, el otro es un simple peón... sin voluntad, obligado a cumplir lo que le ordena el líder…- Se dio la vuelta para enfrentar a Ben y lo miró frío a los ojos – y llevan con ellos a una niña…-
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- ¿Cómo sabes eso?- Preguntó Ben perplejo ya que deliberadamente había ocultado éste detalle a Mick.
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- Faltan juguetes aquí…- Señaló con el pulgar los juguetes a su espalda y luego indicó con su dedo en dirección a una de las esquinas de la habitación- La alfombra… en ese lugar…- se acercó unos pasos a donde señalaba- Hay marcas de pisadas… son unos pasos que no corresponden con el tamaño de los pies de un niño de 12 años… como Hely… o su hermano… de 7...- volvió a cerrar los ojos cerca del rincón y luego se volvió para mirar a sus acompañantes -una niña estuvo sentada allí, de espaldas al rincón…-
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- La niña de la segunda escena…- Conjeturó Carl quien sí estaba al tanto de esta información desde el principio.
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- ¿Y todo eso lo puedes ver sólo con cerrar los ojos?- Se sonrió Talbot sarcásticamente.
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- No es sólo cerrando los ojos Ben…- Advirtió Mick volviéndose sobre él - Hay ciertas pistas en la escena de un crimen que por su naturaleza nadie puede recoger o examinar… ¿cómo se recoge el amor, la ira, el odio, el miedo…? –
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- ¿Y tú puedes hacerlo?-
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- Puedo intentarlo... busco cosas que la policía ha pasado por alto- señaló la ropa en las manos de Novak.
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- Entonces... ¿cuál es la técnica?… si puedes ser más específico…-
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- Todo está aquí... en la escena del crimen... la conducta, las emociones...- Lo miró Mick indolente.
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- ¿Y piensas que lo vas a atrapar?- Ben se apretó el puente de su nariz evitando los ojos de Mick.

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- ¡Hey!… ¡tú viniste a mí!…- Contestó con arrogancia – ¡Y sí!… voy a atraparlo...puedo hacerlo... todos lo haremos...-
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- Y a partir de aquí… ¿qué?...- preguntó Novak.
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- Tengo mi propio equipo…- murmuró Mick - suelo trabajar de mi cuenta-
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- …¿Y mientras tanto qué hacemos nosotros?… ¡me niego a quedarme cruzado de brazos!- Exigió una respuesta Davis, quien no paraba de pensar en su propia familia al encontrarse ante una monstruosidad de éste tipo -… ¿qué estamos buscando exactamente Mick?…- instó con una clara frustración.
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- Carl…- Comenzó Mick – Estos crímenes no tienen un componente sexual en sí…- Quienes los cometen lo hacen para satisfacer alguna necesidad emocional: Torturan sicológicamente antes de provocar el dolor físico… los sujetos no hacen nada en vano… no dudan… se ensañan contra sus víctimas… se toman molestias… Las víctimas los deben haber conocido para que los dejen entrar a la casa... no han forzado los accesos- Explicó dada la necesidad de los detectives de orientar sus esfuerzos hacia alguna parte- ¿Ves estas marcas circulares aquí?… – Mick mostró unos círculos que manchaban la alfombra de carmesí y que estaban ubicados debajo del lugar donde se halló el cuerpo de Frank Johnson- …son las marcas de los recipientes donde recogieron la sangre que drenó del cuerpo- Hay una tendencia psicópata en todo esto… tienes que revisar si los otros niños fueron víctimas de abuso… mira en los colegios, sus consejeros… en esos casos los niños normalmente muestran conductas retraídas y se refleja en sus calificaciones… tienen que buscar un patrón…- Caminó hasta la puerta y se dirigió fuera de la habitación seguido por Ben y los detectives – También tienen que rastrear si existe algo en común: Personal doméstico, jardineros, niñeras… alguien que conociera a los niños y que estuviera en contacto de alguna manera con las familias… tienen que encontrar la conexión-
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- ¿Y en cuanto a la niña que está en poder de los asesinos…?- Demandó Novak.
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- Pudieran analizar el parentesco con las víctimas de esa escena… averiguar sus antecedentes… podría existir algún vinculo con los asesinos… hay que repasar las escenas del crimen y buscar la identidad de esa primera persona desaparecida-
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Cuando terminaba de hablar para los detectives comenzó a descender por las escaleras en busca de la salida.
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- ¡Mick!… - le llamó Ben desde las escaleras- una cosa más… ¿por qué pega los párpados de las víctimas y se lleva su sangre?-
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- La sangre… la sangre puede ser su firma…- ofreció como respuesta aunque Mick estaba consciente que no se trataba sólo de esto, el responsable era sin duda un vampiro y la sangre la usaba sólo como alimento... un valor agregado al delito- en cuanto a los ojos… tal vez quieren asegurarse de que las víctimas observen todo el proceso… o está dándonos a todos un mensaje… quiere que sepamos que pueden vernos…- Caminó unos pasos más y se detuvo en el umbral de la puerta – Voy a continuar de mi cuenta… en cuanto tenga algo estoy en contacto-

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Justo antes de subir a su vehículo, recibió un mensaje de texto de parte de Guillermo quien ya se encontraba de regreso en la Morgue del Condado

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En cuanto Mick traspasó la puerta de la morgue Guillermo esbozó una sonrisa en su rostro, había detectado la presencia de su amigo aún encontrándose a varios salones de distancia.
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- ¿Cómo han estado tus vacaciones en San Diego?- Preguntó Mick con la burla habitual a su amigo.
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- ¡No tan divertidas como tus casos!…- Le devolvió la guasa con un gesto de desconsuelo.
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- ¿Te estás ablandando viejo?- Mick le dio un golpecito en la espalda.
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- ¡¡¡Tengo tus autopsias Mickey Boy!!!- Le mostró las carpetas con los resultados.
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- ¿Cómo lograste regresar antes que la crisis en San Diego terminara?- Preguntó Mick mientras daba una revisión a los informes.
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- ¡¡¡Tengo mis influencias vaquero!!!- Le sonrió - ¿Vas a mirar los cuerpos?- Preguntó acercándose a los contenedores.
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- No hace falta compañero…- Aseguró dando vuelta para emprender su salida – Estoy seguro que hay una mujer vampiro, un chico y una niña en esto… sólo tengo que hallarlos…-
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- ¡¡¡Muy bien Mickey Boy!!!- Guillermo se cruzó de brazos observando a su amigo- Es una mujer vampiro que está muy, pero muy molesta… su olor y su rabia está en todos los cuerpos...-
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- ¡Estoy seguro que es así!- Asintió con la cabeza – Pero está matando indiscriminadamente y dejando los cuerpos por allí…-
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- No es una vampiresa recién convertida… tampoco parece que es tan antigua… pero definitivamente no es una novata…-
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-Lo sé Guillermo…-
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-… ¿Quiere que parezca obra de los humanos?-
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- No lo creo… pienso que su rabia dice algo más… está tomando algún tipo de justicia en sus manos…- Mick corrió sus dedos por su cabello y luego dejo caer sus manos sobre la cadera.
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- Hay que detenerla antes que cometa un error y sea atrapada… no quiero imaginarla enfurecida y tomando sangre delante de los polis… eso nos pondría en riesgo a todos Mick…-
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- No se trata sólo de nosotros… ya ha habido muchas muertes… - Se volvió a poner en su camino

- … Y Guillermo… ¡Si tienes algo más llámame!-
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-… ¡¡¡Claro Mickey Boy… ya sabes...cómo trabajo para ti!!!...-

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Mick había comprobado, a través del informe forense, que la hora de la muerte suponía que la niña falleció en primer lugar: Una muerte rápida por asfixia, precedida por una inyección con pentobarbital. En cuanto al padre, Frank Johnson, el proceso había sido cruel, brutal, tormentoso, grotesco, lento y doloroso. El patrón era repetitivo: Siempre el mismo tratamiento para los niños e igual crueldad para los adultos.

Si para la policía estas muertes parecían graves, para Mick resultaban aún peor. La justicia humana suele basarse en que la sociedad, a través de su sistema penal, ocupa el lugar de la víctima para exigir el perdón o la condena del criminal, mientras que para los vampiros, nunca es posible el perdón: Si un vampiro se convierte en una amenaza para su propia comunidad, su destino inevitable es el exterminio… y en éste caso, la vampiresa responsable había llegado al punto de llamar la atención con su conducta, en consecuencia, debía ser ajusticiada.

Esa noche los asesinatos en serie tendrían que terminar, pero con ello se acabaría sólo éste capítulo de una larga lista de muertes sin sentido… acabar con el protagonista de ésta tragedia no significa que no volverá a aparecer el crimen con otro nombre y otro rostro… El rompecabezas comenzaba a tomar forma, pero algunas piezas claves faltaban todavía.

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Lunes, 2hrs de la mañana… en la Oficina de Beth…

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- Guillermo… ¿y de dónde pueden obtenerse el pentobarbital?- Preguntaba Beth al teléfono
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- Es de uso intra-hospitalario… - Explicó – también se usa en las ejecuciones con inyección letal… y en clínicas veterinarias…-
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- ¿Para eutanasia de animales? – Dedujo ella.
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- ¡Sí Beth!… en eutanasia de animales…- confirmó el forense- Déjame ver algo… ¡Beth!… cuando matan a los niños lo hacen sin violencia… los asesinos piensan que están protegiéndolos de algo… los matan sin dolor… pero sigue siendo asesinato...-
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- Ben me dijo que Mick había descubierto que Johnson abusaba de Hely…- murmuró Beth.
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- …Si, recibí ese informe poco después que Mick saliera de aquí…- explicó Guillermo – Y en las otras víctimas… en todos los niños… hubo hallazgos de violencia sexual... y también maltrato físico…-
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- Tenemos un patrón entonces…- Comenzó a caminar Beth en dirección a la oficina de Ben Talbot quien había regresado a su oficina poco después de su reunión con Mick – Hay un asesino que se encarga de las muertes de los niños… y otro que actúa como un vengador…-
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- Y que es un vampiro…- concluyó Guillermo
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- Gracias Guillermo… - Susurró Beth muy cerca de la puerta de entrada a la oficina de su jefe – Tienes que llamar a Mick e informarlo…y hay algo mas…-
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- ¡Dime Beth!-
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- La única persona en común a todas las familias es la niñera… Fey Sperce…-

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Un rato después, en el sótano de Logan Griffin

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-Logan… ¿alguna vez dejarás de malgastar tu tiempo en esto?- Mick señaló con frustración la pantalla de 42” que reflejaba las imágenes del video juego que el joven vampiro seguía con atención.
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-¡Oh Mick llegas justo a tiempo!…fíjate… - Hizo un gesto con los ojos hacia la pantalla - Estoy a punto de romper mi propio record…- Contestó Logan quien permanecía de pie sin quitar la vista del monitor – Además… tengo toda la eternidad para esto… ¿no es eso Cool?- La sonrisa de satisfacción de Logan contrastaba enormemente con el enojo de Mick.
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-¡Necesito que hagas algo para mí!…- Exigió Mick con una mirada exasperada y tratando de llamar la atención al muchacho, pero viendo que sus palabras resultaban inútiles, se interpuso entre la pantalla y el chico, quien finalmente desistió de continuar su juego ante el acecho incansable de su visitante.
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-Si se trata de nuevo de localizar a Beth… ya sabes que la respuesta es ¡NO!- Respondió luego de abandonar el video juego.
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-No se trata de Beth…- Murmuró Mick con los dientes apretados – Ya me di cuenta de cuál lado está la solidaridad de los que se suponía que eran "mis amigos"…- Lo miró desafiante.
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-...Ella puede ser persuasiva Mick… además que es inteligente… cool… bonita y tiene todas esas curvas justo donde deben estar… - Bromeó Logan ganándose una mirada aún más siniestra que aquella que Mick le había dado con anterioridad – Ok, Ok… ¿qué necesitas?- Se dio la vuelta y se sentó frente al ordenador.
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-Estoy buscando a alguien… Fey Sperce… –Quiero que compruebes todo… ¡y necesito encontrarla ahora mismo!…- Como Mick terminaba de explicarle, Logan silenciosamente se quedaba observándolo - ¿Qué? – preguntó Mick sin obtener respuesta –…¿Voy a pagarte!…- le aseguró.
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-Acepto efectivo o sangre…- Sonrió Logan al momento que Mick ponía en sus manos unos cuantos billetes – Será entonces en efectivo…-

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(Fin de la Parte II: Prisioneros del miedo…)

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CASTILLOS DE ARENA

Parte III: LA ESPERANZA NUNCA MUERE

Por: Mrs. Hudson & Maky

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Los cuentos de hadas son más que verdaderos: no porque nos enseñen que los dragones existen, sino porque nos dicen que pueden ser vencidos.

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(Chesterton)

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El rastreo llevado a cabo por Logan usando al máximo sus recursos tecnológicos y sus habilidades determinó la posible ubicación de los criminales. Una vez identificada la zona Mick se dirigió en solitario hasta el sitio… tendría que encargarse de la vampiresa asesina, para luego dejar a merced de la justicia humana a su socio y a la pequeña niña que estaba siendo arrastrada por todo este horror.

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No obstante, y a pesar de sus previsiones, Mick se topó en su camino con la caravana policial quienes habían identificado igualmente el posible escondite de los criminales. Al detective privado no le quedó otro remedio que resignarse al manejo de la situación en tales condiciones de precariedad. Trabajar en conjunto con la policía no era una ventaja para Mick St. John, tener que seguir protocolos y reglas cuando se habla de vampiros, sangre y crímenes no era más que un tropiezo con un alto precio.

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Como llegaron al lugar, un escuadrón de apoyo dirigido por el Comandante Murphy rodeo el perímetro general de la zona. El teniente Davis y la detective Novak se ubicaron al frente de la operación, resguardándose detrás de un par de patrullas. Mick se sumó al equipo de líderes junto a Davis y Novak y aceptó colocarse un chaleco antibalas aún a sabiendas que no le hacía falta llevarlo.

El teniente Derek Harris, del equipo táctico de negociaciones, se hizo cargo de la situación y por un lapso de aproximadamente una hora y media intentó lograr la rendición voluntaria de los delincuentes… Hasta ese momento todos los esfuerzos empezaban a resultar claramente infructuosos. Cada quien, por su lado, sabía que a mayor cantidad de horas de negociación, menor era la posibilidad de solución pacifica.

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Mientras que a la policía le preocupaba el hecho que en cualquier instante podría desatarse un posible intercambio de disparos, a Mick comenzaba a inquietarle la desesperación que percibía de la vampiresa al otro lado del cordón policial, él sabía que cuando un vampiro ha cazado seres humanos por algún tiempo y lo ha llegado a disfrutar, no vuelven a importarles las personas nunca más.
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Por un rato reinó el silencio. La tensión en los rostros era clara y la frustración plantaba bandera en los oficiales. Sin embargo, la situación debía acabar de una manera u otra, Mick sabía que el estar del lado de los uniformados limitaba sus acciones, pero estaba resuelto a intentarlo, se acercó a Carl Davis y se ofreció para acercarse desarmado hasta la casa casi en escombros que servía de alojamiento a los delincuentes y la pequeña niña. Al principio todo el equipo se negó a arriesgar la vida de St. John en ésta situación, pero luego de un par de argumentos ofrecidos por el detective privado, le fue dada luz verde para su intento.Caminó levantando sus manos por encima de la cabeza hasta ponerse al frente de la parcela que ocupaban los uniformados, quedando justo en el centro de donde se podía desarrollar un fuego cruzado.
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- ¡Fey!- Alzó su voz aunque sabía que no era necesario gritar para que ella lo escuchara – ¡Hey... Fey!... ¡Mi nombre es Mick St. John!… vengo a pedirte que liberes a la niña que tienes en tu poder- ¡Fey!- Repitió Mick – ¡No tienes por qué lastimarla!- Volvió a hablar de forma que todos los presentes escucharan – ¡No quieres hacer esto…no voy a dejar que la lastimes!- Dejo salir en un suave susurro imperceptible a los oídos de los seres humanos pero que retumbó en un mensaje claro y fuerte para la vampiresa al otro lado.
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- ¡No… no voy a entregártela!- Finalmente se mostró la mujer en una de las ventanas – ¡ellos me pertenecen!…- colocó frente a ella y como escudo humano a una niña rubia no mayor de 5 años y a un muchacho con el cabello un poco más castaño quien parecía tener entre 13 y 15 años... hasta este momento todos, incluso Mick habían asumido que eran 2 los asesinos... pero fue de ésta forma que entendieron que había un solo asesino y en su poder tenía a 2 posibles víctimas – Ellos me pertenecen… son mis hermanos…- Gritó enfurecida y sosteniendo un cuchillo sobre la garganta de cada uno de ellos – ¡Nadie va a quitármelos!... ¡Nadie más va a herirlos!-
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- ¡Cálmate Fey!…- Mick dio unos pasos al frente quedando a pocos metros de distancia de la mujer vampiro, quien no parecía mayor de 25 años – ¡Entrégate!-

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- ¡Sabes que no puedo entregarme!- A medida que él se acercaba le dejó ver a la asesina su mirada pálida y sus colmillos distendidos– … si te los entrego ellos se los llevarán... - Señaló al vacío - y otros... como esos monstruos… a los que asesiné... los golpearán y los abusarán como hicieron con sus propios hijos… como me hicieron a mi... yo los maté... los maté a todos... porque ellos eran peor que yo… y disfruté de su muerte... suplicando piedad cuando no la tuvieron... eran unos monstruos, sabías?… yo los salvé… salvé a esos niños...- Mientras más cercano llegaba Mick, más llanto brotaba de los ojos de los niños amenazados, la situación comenzó a hacerse crítica y el escuadrón de policía estaba en posición.
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Carl Davis interpretó el contexto como se haría en cualquier situación de rehenes y dio la orden para que uno de los francotiradores abriera fuego sobre Fey Sperce quien se encontraba en un blanco perfecto. Si ella se hubiese tratado de un ser humano normal, todo el trance había finalizado con ésta decisión, pero tratándose de un vampiro, sólo consiguió derribarla al suelo y hacer que soltara a sus rehenes…
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Haciendo uso de su velocidad, Mick recuperó de inmediato a los niños y los dejó a cargo de la policía, y de seguida inició la cacería de Fey quien estaba además de herida, totalmente enfurecida. La pérdida de sangre hizo que la vampiresa no llegara muy lejos y a Mick le resultó relativamente sencillo el capturarla, pero como una cadena de desafortunadas coincidencias, los policías también llegaron hasta ellos al poco tiempo.

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La obscuridad ayudaba a que las cosas parecieran diferentes a cómo eran en realidad. Mick no podía mostrarse como vampiro ante los seres humanos y Fey estaba con el rostro bañado de sangre, lo cual le daba un margen de seguridad para que no saltara a la vista su naturaleza no-humana, la tensión, la desesperación y la frustración estaban de nuevo a flor de piel.
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- ¡No lo hagas más difícil Fey!- Mick le hizo un llamado a la cordura hablando en voz alta y marcando con las manos la tregua con la cual los uniformados detuvieron su avance -… yo no pedí está maldición Fey… no pedí ser así… pero intento hacer lo mejor que puedo…- Comenzó a hablar de manera que sólo la mujer vampiro lo escuchara - ¡No tiene por qué ser de ésta manera… tus hermanos pueden tener otra oportunidad!…- de nuevo alzó la voz a decibeles normales para los seres humanos - ¡No puedes cobrar mal por mal... las cosas no funcionan así Fey... No tenía por qué ser de ésta manera!- Mick realmente sentía compasión por aquel ser indefenso frente a sus ojos, era verdad que había actuado como una fiera salvaje, pero en este instante ya él sólo podía ver el pasado que la obligó a terminar en ésta triste situación.
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- ¡Voy a morir de cualquier manera!… - gritó en respuesta Fey y tomando un contenedor con combustible que estaba a unos pocos pasos de ella lo sostuvo sobre su cabeza y roció su cuerpo - sólo asegúrate que ellos estén bien...- susurró al tiempo que encendía un cerillo que la convirtió en una antorcha hasta reducirse a cenizas frente a todos los presentes.

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El amor y la compasión son una muestra mortal de la inmortalidad.
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(Fernando Pessoa)

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(Fin de la Parte III: La Esperanza Nunca Muere)

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CASTILLOS DE ARENA

Parte IV: Aprendiendo a perdonarse…

Por: Mrs. Hudson & Maky

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Existan dragones o no, alguien nos tiene que enseñar cómo vencerlos para no sucumbir al miedo.

(Jesús Ballaz Zabalza)

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Mick llegó a su pent house con la memoria saturada de sangre, dolor, llanto, rabia, miedo… cosas con las cuales había logrado cultivar una íntima relación durante años…. Cosas que le causaban una inmensa culpa… pero también, eran cosas que había logrado entender y superar… luego de mucho esfuerzo… él sabía que como Fey Sperce él pudo haber vivido en la oscuridad... pero no... él no lo hizo... él en cambio decidió detener el daño que le fue causado… se resistió a la idea de convertirse en semejante a aquella quien lo condenó con un “don” que nunca pidió.

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Estaba por despuntar el alba cuando por fin Beth llegó a su apartamento. Caminó en primer lugar para comprobar a Elliot, quien dormía como un ángel en su cuna. Acarició su rostro y fue imposible el contener las lágrimas de sus ojos. De seguido contempló a Lucy, la niñera del bebé… esa dulce chiquilla que siempre mira al mundo con optimismo y picardía… sólo podía pensar que en un cuadro así se había desarrollado toda la tragedia de esos últimos días. Se aproximó a la camita donde dormía Lucy y le ajustó la cobija para hacerla más confortable.

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Cerró detrás de ella la puerta de la habitación del bebé y se dirigió silenciosamente hasta la cocina.

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- ¿Estás bien?- Susurró Josef dejándose ver desde uno de los rincones del living de Beth.
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- ¡Me vas a matar de un susto!- respondió Beth conteniendo un grito - ¿Qué haces aquí Josef?-
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- ¡Estoy Bien Beth!… - se acercó al centro del salón- ...gracias por preguntar… sólo me quedé aquí con Elliot y tu niñera mientras Batman y tú cazaban a la asesina de niños… -
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-Lo siento Josef… debí imaginar que supieras de todo esto…- suspiró sin levantar la mirada del suelo - ...gracias...-

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-... Es mi deber manejar ciertas cosas Beth…- murmuró – ¿y qué hay sobre ti Beth?… veo que últimamente Batichica…- Le dio una mirada acompañada con una sonrisa burlesca- …está acudiendo con más frecuencia a buscar a Batman…- caminó a su alrededor- no crees que ya es tiempo de encender la batiseñal y dejarlo llegar hasta la baticueva?-

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- No es tan sencillo Josef…-
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- ¡Vamos Beth!... ¿qué puede ser más complicado que el hecho que tienen un hijo juntos?…- explicó sin alterar ni su voz ni su compostura, de pie a unos pocos pasos de ella -… El hombre ya entendió… sabe que cometió un error… está endemoniadamente arrepentido… ¿Hasta cuándo lo vas a tener castigado Beth?- Suplico piedad en nombre de su amigo.

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- No estoy castigándolo…- susurró.

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- Si no es así, entonces no tiene sentido que sigas con esto… lo único que sé es que en esa habitación – señaló en dirección al cuarto de Elliot- hay un niño que necesita tener un padre… pero tiene una madre tan cabeza dura que es incapaz de dar el brazo a torcer… aquí… frente a mi…- la señaló a ella con ambas manos-… tengo una mujer bella… ¡sí!...bella pero terca… capaz de morir por un vampiro que ambos conocemos… y más allá…- señaló por la ventana hacia el edificio donde estaba el apartamento de Mick, y el cual era completamente visible desde el living de Beth- allá está ese vampiro amigo mío que sólo vive por ti…-

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-Josef… sólo es que no sé qué hacer…- lo enfrentó con los ojos inundados en lágrimas.

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-Sólo deja de esconderte Beth…- Se acercó a su rostro y le planteó una mirada de paz- Cuando se trata de cosas del amor…ninguna muralla te defiende… sólo te aíslas…- Se separó unos pasos y le entregó una sonrisa antes de darle un vistazo a su reloj de pulsera – Tengo una cita con el sub-cero Beth… intenta tu también dormir…-

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El amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un horrible precipicio.

(Stendhal)

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Fin del Título IV/V

Castillos de Arena

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